¿Qué pasa cuando...?

¿Qué pasa cuando te compras una overlock y debes un vestido a la hija de una amiga?. Pues en mi caso, conjugar estos dos elementos con una impaciencia supina da un desatre como resultado.
El caso es que en el intento de coser el vestido sin saber como acaba de ir el trasto (repito, soy muy impaciente, de esas que no leen instrucciones bajo ningún concepto y se piensan que con la intuición se llega a todas partes), se me rajó la tela a la altura de la axila con la cuchilla. ¿Qué hice? pensar: Emma está hecha un palillo. Le meto un poco por los dos lados y ya está. Resultado: el vestido no le cabe ni a una Nancy.
Así que este es mi segundo intento de vestido para Emma (le va, corroborado). Casi que mejor, porque me lo he currado un poco más.
Ahí va.

 Costura con aguja doble para rematar el cuello. Le da un rollito chulo.

 Apliques... bueno, no son apliques. Es... a ver si me explico. Una especie de bolsillo pero en el que no se puede meter la mano. Por la parte de detrás lleva cosida esta tela de algodón (¡Dios! ¡qué mal me explico!)

 Etiqueta handmade en la espalda.

Bajo con costura doble y rematado con un zigzag

Sudadera y puño de Els Encants.
Algodón de tienda física.